* Mi valoración (sobre 10): 6
Se sale del cine con un mal sabor de boca mental, un tanto desasosegado y triste, casi como lo que le pasa a la propia protagonista. Creo que la película, a pesar de su crudeza y de su narración seca de los asuntos más delicados, plantea finalmente más preguntas que respuestas, más dudas que certezas, más desolación que conclusiones felices. Se desprende una doble interpretación del argumento: A. La larga lucha de la CIA tras el 11-S por encontrar a Osama Bin Laden (OBL) y de cómo se llegó a aquella misteriosa noche. B. El extraño complot del Gobierno por simplificar todo en una cabeza de turco (OBL) y de buscar a alguien con la mentalidad obsesiva tan marcada que pudiera cerrar el círculo mediático creado.
Todo ese trasfondo se deja abierto en la película, aunque la narración es directa y bien cerrada. La película tiene carácter documental (supuestamente basado en hechos reales y testimonios directos) aunque de la parte conocida vimos algunas incongruencias (atentados en bus en Londres ¿?, ausencia de los atentados del 11-M ¿?, ...) ¿que será entonces de la parte desconocida? Por otro lado, la protagonista, hace un trabajo soberbio, pero su transformación de evolución psicológica hacia la obsesión no está secundada por ningún cambio físico (siempre está estupenda!) lo que le resta cierta verosimilitud en ese ambiente tan agresivo y hostil. En fin, una película para ver y que cada cual saque sus propias teorías y conclusiones.